¡BASTA YA DEL TEMITA ESTE!

Este último mes me la he pasado revisando un documento bastante grande, complicado y cansado de leer y sobre todo, tragándome TODOS LOS DÍAS, lo quiera o no, propaganda política, sinceramente, ¿cuántos de Uds se han enfrascado últimamente en una discusión con un amigo, pariente o taxista sobre la constitución? Bueno, en este punto por fin se terminó el tiempo del proselitismo, así que puedo descansar, terminar de leer la constitución... y votar. Pero les seré franco, mi voto finalmente, se dejará llevar por la típica actitud latina: no por la lógica, sino por el corazón.

Ahora, mi postura es un poco más complicada, verán, a diferencia del 99% de los ecuatorianos, soy anarquista y a diferencia del 99% de los anarquistas, creo en el equilibrio en un punto de bien para todos, ¡INEXPLICABLE!, si se me pudiera encajar en un especie de alineamiento (D&D para los entendidos), yo sería un severo caso de BUENO - CAÓTICO, odio las reglas, los prejuicios, los controles y las cosas contra natura, evidentemente, odio la derecha, pero, eso de que todos somos iguales y que todos merecemos lo mismo, es antinatural, inhumano, merecemos las mismas oportunidades, merecemos ser felices, y merecemos libertad en todo sentido, odio la izquierda. No termina ahí, si hay algo que detesto más que a la derecha y la izquierda, es ese centro que políticamente está en lo correcto, no toma jamás partidos radicales ni genera cambios importantes, no progresa ni deja progresar, no cambia, no muta, no avanza... Y por desgracia para mí y la gente como yo (eso, si hay gente como yo :S ), los 'malditos' griegos no terminaron su trabajo y se quedaron varados en la democracia, -que como bien dijo Churchill- "La democracia es el peor sistema de gobierno diseñado por el hombre. Con excepción de todos los demás".

Heme aquí, sin esperanzas de una meta que se ha vuelto una utopía y atrapado en la duda de un SÍ o un NO, que para el fin de semana deberá estar resuelto.

Por un lado y entrando ya en materia, apostar por el sí, es apostar por un grupo de cambios importantes que me gustan y comparto, derechos, controles, suenan hermoso, pero, es también ciertamente peligroso, -como todo cambio en la vida-, mi parte socialista, esa que trato de ignorar y que cada vez que ve un viejito indigente que vende períodicos en la América y Colón en Quito, se derrite y desearía que todos tengamos lo mismo, me impulsa sin remedio a apostar por votar con la parte izquierda del corazón. Pero por otro lado, voy a ser franco, no me va mal en la vida, estoy bien y empiezo a pensar en ponerme una empresa, ¿acaso voy a ser tan tonto para hacerme HARAKIRI? (término erróneo por cierto, el término correcto es SEPPUKU ;) ), terminar con mis sueños de ser dueño de una importante empresa capitalista que sea correcta y justa con sus empleados y país, digna de presentarse como ejemplo en los mejores foros empresariales del mundo, y rendirme ante el estado que sería el que permitiría tanto mi crecimiento como el límite que podría alcanzar. No y mil veces NO como dice alguien por ahí, mi corazón y su parte derecha también pesa. Finalmente, no tomaré la decisión de una sobre la otra, sé que no importa el resultado, saldré bien librado, es mi destino, no porque crea en el destino, sino porque he elegido que sea así... Pero ahí viene la duda.

Y es que soy tan pero tan infinitamente distinto a la mentalidad local, que he llegado a frustrarme hasta el punto de querer acabar con todos, conmigo, con ¡algo!, pero no seguir igual, y entonces me aparto fríamente del Ecuador y su gente, repentinamente odio todo lo que reperesenta, al estado y los empresarios, a la gente, la buena y la mala, odio el letrero que por haber nacido aquí porto para siempre "latino vago, mentiroso, aprovechado; y, el peor de todos: sapo", no, no quiero saber lo que les pase, no quiero enterarme de que bando ganó, quiero que sepa el Ecuador que si votan sí, o si votan no, YO NO ME SIENTO ORGULLOSO DE ESTA TIERRA, jamás lo haré mientras el ecuatoriano sea el peor enemigo del ecuatoriano, donde el portarse correctamente es ser tonto, y el poner lo justo por delante es no saber aprovechar las situaciones. Todo este odio (tan fuera del tema) se vuelca sobre mi duda del sí o el no, y decido no decidir, entonces, ¿votar NULO?, no... Seguir recomendaciones como la de Carlos Vera me atemoriza, con mucho cariño y respeto, pero no, votar nulo no es la solución; vaya dilema, izquierda, derecha, nulo... ¿blanco? ¿negro?, ¿qué importa?, finalmente todo esto, solo me ha alejado más de la población y cultura ecuatoriana, por lo que para mí el sí o el no, ya no tienen ni valor ni sentido, quizá y me decida por el sí, en el fondo, me conviene que gane el no, pero la verdad... Muero por votar nulo.