Últimamente he sentido que algo está mal. El sistema económico, político, social... el sistema humano que quieran está con serios problemas. Simplemente estamos despertando a nuestra existencia y a pesar de eso nos sometemos a nuestro instintos primarios. No hay esperanza y explico el porque.

Acabo de ver un par de películas muy interesantes, la primera es La Corporación, un documental sobre las grandes, famosas y odiadas corporaciones (nuestras creaciones y reemplazos de los antiguos monarcas, -y eso que no les tengo ningún odio-), la otra es zeitgeist the movie, la segunda parte, (http://www.zeitgeistmovie.com/) pero no veo la "esperanza" que ellos dicen que hay, solo veo un lado oscuro, hijo de la raza humana, siempre presente y ahora, comiéndonos vivos, lo que es peor, la gente, ni siquiera le importa, y solo estamos endeudando (últimamente literalmente) nuestro futuro y peor aun, el de nuestra descendencia.

Me niego a tener un hijo, me niego a continuar soportando este sistema, si mi hijo hereda mi sensibilidad a lo que está ocurriendo, o peor aun, si está en un nivel superior, no quiero ni imaginar lo que se le pasará por la mente. El sistema está mal y no propongo un "harakiri", mucho menos suicidio, pero no permitiré heredar un mundo tan corrupto, destruido y oscuro a quien sería uno de los seres sino el más importante de mi vida, mi hij@.

Ojalá y pudiera sentir que hay esperanza, pero no parece existir, al menos y con la segunda película (zeitgeist）creo que descubrimos una posibilidad, ahora, llevar esa posibilidad a algo real, requerirá de un inmenso, quizá gigantesco precio en sangre, eso, o una revolución como no hay un precedente, una revolución pasiva, natural, basada en el paso desinteresado del conocimiento para un beneficio común. Pero ahí radica el problema de esto, el humano no es un ser desinteresado.

Una frase que me quedó de la película La Corporación, es que un hombre de negocios, te venderá la cuerda con la que lo ahorcarás si eso le da ganancias (Michael Moore). Ojalá y el ser humano pudiera entender el potencial del beneficio de todos por encima del propio, pero mientras seamos incapaces de ver en los demás a nosotros mismos, tendremos el mundo perfecto frente a nuestros ojos, y seguiremos cegados para percibirlo.

Nuestra vida podría ser un viaje hermoso, aprendiendo, viviendo intensamente y disfrutando nuestra existencia, dándole la oportunidad a nuevas generaciones de hacer lo mismo y llegar más allá. Pero para eso, es necesario dejar de pensar como lo hacemos actualmente. ¿Es eso posible? claro que no, ¿y saben por qué no lo es? porque nuestra naturaleza primaria es competir como individuos y no como especie.

No hay esperanza.