Hoy, cual niño pequeño con juguete nuevo; emocionado, contento, ilusionado... ALEGRE me he dado cuenta del poder que tiene escribir. Sí, siento poder sobre mí mismo, y puedo compartirlo con otras personas, el poder de hablar y ser escuchado, de escribir y ser leído. Que emocionante... Tengo que topar este tema otro momento, estoy seguro que es imprudente que lo haga con la felicidad que siento en este instante.
Al menos se supone que es exactamente lo que debo sentir ¿no?
JP
Al menos se supone que es exactamente lo que debo sentir ¿no?
JP
Ok... lo admito, me tienen harto e hinchado los Ortiz, los Velazco, los Noboa y los Correa y todos los que están en el medio, y es que con pocas excepciones, se han dedicado a ATACARSE unos a otros, ¿saben que? NINGUNO TIENE TODA LA RAZÓN Y ESTOY HARTO DE QUE NO PUEDAN TOLERAR EL PUNTO DE VISTA CONTRARIO, lo peor, es que sigo el mismo ejemplo escribiendo estas líneas. Pero la verdad es que no sé hasta que punto voy a aguantar, ya ni el circo del fútbol calma la rabia de esto que está pasando. ¿Y ahora? Que si el presiente hace algo es por prepotente, que si no lo hace, que es por razones políticas por la campaña. Que los periodistas son esto y son aquello, que no investigan y que son amarillistas, vendidos y mentirosos.
Foto tomada de la página web de CRE.http://www.cre.com.ec/Desktop.aspx?Id=143&e=98065
Miren, si tan solo unos reconoceríamos en otros lo bueno y lo malo, y sobre todo, nos permitiéramos compartir ideas todo sería tan distinto.
No veo un Ecuador mejor para mí, pero puedo ver un Ecuador prometedor para mis hijos, nosotros mismos tenemos la culpa por permitir este “show” lo que deberíamos hacer es empezar a ser nosotros mismos los presidentes y periodistas de nuestras propias vidas. Arrimemos el hombro, hagamos planes a largo plazo para sacar a nuestras familias adelante, olvidémonos del gobierno, prensa y demás. Que cuando los ecuatorianos seamos los protagonistas, el Gobierno, la prensa, los políticos y todos, se alinearán.
JP
El otro día conversando con una muy buena amiga, y como es costumbre para mí, discutiendo sobre algún absurdo, me pegó en lo que más me dolía, la realidad de una importante persona en mi vida que ahora me detesta... En ese momento, no me afectó en gran medida, por supuesto, estaba defendiendo mis acciones y minimizando las consecuencias, a como dé lugar!, y sin embargo, desde ese día hasta la fecha, han retumbado en mi mente cada una de las palabras de ella. Es IMPRESIONANTE; entonces el ineludible auto análisis, el “mea culpa”, yo pecador...
Repentinamente como un mazo -martillo para quienes tienen tendencias distraídas- me golpea la cabezota: ¡ES VERDAD, HE SIDO UN HP EL ÚLTIMO AÑO! ¿cómo ocurrió?, ¿a qué hora me convertí en este cretino que miente y busca su complacencia egoísta? Pero no era así cuando actué, no lo hice con esa intención, ¿entonces?, no lo entiendo. Y aun así, es la realidad, soy un pobre imbécil que he herido a mucha gente este último año, y parecía que entre más quería a las personas con quienes entablaba una relación sentimental, más daño les hacía. La respuesta es sencilla, el camino al infierno está hecha de buenas intenciones, y los “panas” y familiares siempre lo apoyan a uno, ya saben, la sangre pesa más que el agua, así que gracias a la retórica retorcida que utilicé, interesantes acciones que llevé a cabo y hábiles auto-mentiras, TERMINÉ SIENDO LO QUE MÁS ODIO! UN CASANOVA BARATO DE PACOTILLA.
Y se supone que todo hombre quiere ser eso, saben que... simplemente vacío, herido, y con un gran sentimiento de culpa es todo lo que he obtenido y en lo que me he convertido, hoy me retiro a los brazos de una persona, sin decir nada, solo quiero perdón para mí, lo malo, es que no soy tan fácil de convencer como mis interlocutores, entonces... me odio, aunque sea un poco, hasta que me perdone, pero siento que no tengo perdón.
Eme aquí, no pidiendo perdón sino redención, porque perdón no tengo, pero remedio sí.