Una amiga acaba de salir de la oficina y con un rostro evidentemente molesto me dice: "no te casarás", esta reacción debido a una llamada telefónica que presumo fue con su marido. Sea cual sea la razón, el consejo es evidente. De hecho, muy pocos casados recomiendan casarse, pero cada vez que alguien se casa, celebramos... Bienvenido al grupo... cojudo.

Aun no me he casado, pero luego de un análisis frío, no emocional, creo que el matrimonio va contra natura, contra la psiquis de las personas y es un atento a la libertad personal, en una sola palabra es un "error". Pero la gente continúa, casi desesperadamente, casándose; ahora al menos hay remedio: el divorcio, aunque se la tilda de "mal" y su incremento, lejos de verse como una liberación de viejos prejuicios, es motivo de análisis y premisa para quienes dicen que la sociedad está peor que antes. Sea como sea, y en primera instancia, ¿para qué diablos nos casamos?

Tanta gente dice que el "tonto solo aprende de sus errores", estoy atento a lo que dicen las personas, y si dicen, "no te cases" que torpe de mi parte hacerlo, hay que aceptar la realidad, el matrimonio es un contrato complejo y perjudicial. Estoy de acuerdo con la unión de dos personas, tanto tiempo como ambas personas lo requieran, estoy de acuerdo con la responsabilidad de los actos, uno tiene que hacer frente al hecho de tener un hijo, con la presencia y los recursos que éste demande para su crecimiento y formación. Pero atar dos personas bajo un símbolo, contrato social o reglamento judicial, perdón pero, NO JODAN, nada más libre que el amor, nada más hermoso que entregar sin pedir a cambio.

Aunque esto retumbe a generaciones y generaciones de antepasados religiosos y prejuiciosos: "hay que abolir el matrimonio", la unión de las personas debe ser natural, quitemos ese mítico asunto de nuestras cabezas. Vivir junto a la persona que uno quiere es la más linda bendición, ATARSE a la persona que uno quiere, o mejor dicho "esposarse" es un error.